martes, 2 de octubre de 2012

Mercedes-Benz C 250 Coupe


                                 Estirpe y carácter

Los cupé de gama media de Mercedes-Benz siempre fueron vistos por el público como productos que, a pesar de su look de corte deportivo, estaban más cerca del confort de marcha de un sedán de alto nivel que del comportamiento desenfadado de un mediano sport. De alguna manera esa “sensación” tenía su fundamento, ya que los anteriores representantes de esta serie tenían orientaciones que no necesariamente coinciden con el perfil que, en teoría, debería marcar el camino de un C cupé “genuino”. Pasando en limpio: el CLK apuntaba más hacia el Clase E, mientras que el SportCoupé (luego derivado en el CLC) era un hatchback.

Pero esa esperada reorientación llegó de la mano de la última generación del Clase C, lanzada mundialmente a mediados de 2012. Con esa nueva familia llegaron al mercado las reformuladas versiones Coupé, ahora derivadas directamente del sedán en toda su expresión. Por eso se mantiene como un tres volúmenes conservando las dimensiones de aquel: mide 4.590 mm de largo, 1.770 mm de ancho y 1.406 mm de alto, es decir que es 40 mm más bajo que aquel.

Esa carrocería presenta un estilo de neto corte deportivo que, no obstante, deja ver ciertos aires de elegancia. La trompa prominente con el enorme logo embutido en la parrilla, se destaca por la presencia de luces led de circulación diurna instaladas en la parte baja del faldón. Los laterales presentan una nervadura que los recorre de punta a punta, mientras que el sector posterior presenta un volumen elevado que cobre personalidad por la pronunciada caída del techo.

La distancia entre ejes es de 2.760 mm, cota que en combinación con los voladizos y el despeje acotado puede representar un inconveniente en el momento de enfrentar pendientes o lomos de burro.


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